Nadie presta atención al cielo, hasta que se enamora

lunes, 28 de noviembre de 2011

a veces pienso que hay algo que echo de menos



Nunca apreciamos los buenos momentos hasta que han pasado, quizá por eso son buenos momentos... porque no nos paramos a pensarlos.


viernes, 18 de noviembre de 2011

hoy es siempre todavía

Aquí hay hambre y ganas, como en todos los buenos principios, y un poco de miedo y de incertidumbre loca, por eso va de comienzos, por su magia y su energía, por todo lo que promete, porque son como las sábanas recién planchadas en la cama o la cocina antes de empezar a inventar los primeros tacones de aguja o las ganas de hacer una canción, porque en todos los comienzos algo tiene que temblar, si no, estás muerto, por la arrogancia de la que me visto porque tengo algo que decir y pretendo que me escuches, y la humildad inevitable porque necesito que me escuches, porque en algún sitio debemos preservar la magia y este vuelo es el que nosotros hemos elegido. Éste es sólo un principio, que no te falten las ganas. Probablemente mañana haga Sol.



llegados a este punto, el último trago es el más profundo

Cuando todo va bien, cuando el amor ya nos sofoca, nos alejamos, sin hablarnos, sin enfadarnos
…y cuando parece que su alma se endurece, vuelve con la misma historia.
Y entablamos una conversación estúpida, y hago que no me doy cuenta.
Hasta que nos sofoquemos nuevamente.











sábado, 12 de noviembre de 2011

ser natural es la más difícil de las poses

El hombre perfecto debe ser muy hombre, pero  además muy sensible. Sexual, pero que no esté obsesionado con el sexo. Cariñoso, no pesado. Divertido, pero no graciosillo. Guapo, pero que no me haga sentir fea. Decidido, pero que no abrume. Que le interese el arte, pero que no sea un pedante. Inquieto, no hiperactivo. Atento, no agobiante, Independiente, no indiferente. Serio, pero espontáneo. Que se lleve bien con mis amigos, pero que no quiera quedar con ellos todo el rato. Familiar, pero no conservador. Protector, no paternalista. Creativo, pero cuerdo. Que sepa estar en cualquier situación, menos en las que yo no quiero que esté. Que le guste viajar, pero que no pretenda soltarme con una mochila en un desierto en mi único mes de vacaciones. Que me quiera, pero que no sea el centro de su vida. Que sea el centro de su vida, pero que cuando me agobie tenga otros centros en su vida. Inteligente, pero que no vaya de listillo. Que sepa idiomas, pero que no me lo restriegue todo el rato. Leído, pero vivido. Carismático, pero humilde. Deportista, pero que no quiera subir la montaña todos los días. Que sepa informática como para arreglarme el ordenador, pero que no esté todo el día en internet. Ligero, pero superficial. Profundo, pero no intenso. Que le guste hablar, pero no todo el rato. Que le guste el silencio, pero no todo el rato. Que quiera estar en mi vida, pero no todo el rato. Que le guste cocinar, pero que no intente cebarme. Que me abrace cuando haga frío, pero no cuando haga mucho calor. Que se mantenga a una distancia prudente en el entretiempo. Que se ría conmigo, no de mí. Que le gusten los animales, pero que no quiera hacer de nuestra casa el arca de Noé. Que sea bondadoso, pero no tonto. Que tenga un ático amplio en el centro, pero que deje que lo decore yo. Espiritual, pero con los pies en la tierra. Perfecto, pero humano... No sé, me da a mí que voy a acabar sola.