Nadie presta atención al cielo, hasta que se enamora

martes, 21 de diciembre de 2010

welcome to my life

       Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse.

Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrado. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez.

El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras.
Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero de vez en cuando podrás notar un jarro de agua fría.
Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo.

         Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirte a mí. Ya lo de dar explicaciones, déjalo para otros.
El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que echas de menos, sobre todo el principio, alguna reforma de fachada y estructura. 
Dime que tienes toda la vida, y podré empezar a pedir presupuestos
Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis nunca más.


sábado, 18 de diciembre de 2010

now or never

Es difícil medir el valor de la vida de una persona. Para algunos se mide por los seres que deja atrás. Para otros, por la fe. Para otros por el amor. Para otros la vida no tiene ningún significado. Para mi, yo creo que uno se mide por aquellos que se han medido por él. Lo que puedo asegurarles es que se mida como se mida, en ese caso, normalmente se vive más en los últimos días de su vida que la mayoría de la gente en toda una vida. Sé que murió con los ojos cerrados, y el corazón abierto.


jueves, 16 de diciembre de 2010

quiéreme si te atreves

No, no digas nada. Yo hablaré. ¿Le has echado de menos? Porque ella a ti mucho..
Eres un verdadero cabrón ¿sabes?
Le cuesta estar enfadada contigo, pero esta te la guarda. No te hagas ilusiones.
Le gustaría hablar pasando del juego... por una vez.

¿Te gusta su vestido? No estaba segura… Se lo ha birlado a su hermana. Tenía otro rojo tipo bomba nuclear o algo así... Debió ponerse ese... lo sabe.
Ha debido pasar más o menos tres horas frente al espejo. Pero ha merecido la pena, ¡está guapa! Y espero que te guste, si no soy yo la que te mete un tortazo...
¡Espera! Shhhh... Por dónde iba…
El problema es que si le dijeras "me encantas" no podría creérselo, ya no sabe cuando es un juego y cuando es verdad.
Está perdida.. ¡Espera, espera! No he terminado. Dile que le quieres. Díselo porque ella jamás se atreverá a decírtelo primero. Le daría miedo que pensaras que era un juego… Sálvale, porque solo tú puedes hacerlo. Te lo suplico.




martes, 14 de diciembre de 2010

FOUNTASIS

¡No ¡No me gustan los pies y las manos frías!
No, a mi lo que me gusta es… No sé… Ah, sí, por ejemplo, una cosa que me gusta: ir a una librería y encontrar un libro que me muera de ganas por leer. Sí. Y también me gusta mucho encontrar en los libros, prestados, o míos, frases subrayadas o páginas marcadas. 
Me gusta ponerme los calcetines y comer galletas María. Son un gran invento.
Por el contrario… ¡No me gustan los cargadores del móvil, el gotelé y tampoco tener ganas de mear cuando no estoy en mi casa!
Mira, una cosa que me encanta: la inocencia de los niños. 
No me gusta la impotencia de saber que he perdido el tiempo.
No me gustan los peces, la ignorancia y el color verde moco. 
Me gustan mucho las sorpresas, los perros, morirme de la risa e Inglaterra. 
Me gustan los muebles blancos, el agua y mi cama. Pero no me gustan las manos sudadas ni el abandono de los animales.
Me gusta mucho ser testigo de una escena tan grande que nadie se atrevería siquiera a poner en una película.
Me gusta el paseo de Los Cancajos los domingos por la tarde. También me gustan mucho las fotos y las películas que me hacen llorar.
Ah sí, me gustan mucho los mini cooper y el escarabajo azul que vi este verano. Pero no me gustan nada las agujas, los supositorios y vomitar.
No me gusta nada de nada tener algo que hacer entre las tres y las cinco de la tarde, ni levantarme antes de las diez (debería ser ilegal) ni las críticas que no son constructivas.
No me gusta la idea de que durmamos un tercio de nuestra vida, aunque me encante dormir, ni tampoco la idea de que ahora perdamos el tiempo en redes sociales en vez de conocernos como debe ser, pero sí la idea de que después de la muerte no será peor que antes del nacimiento.
Me gustan Chanito, Jaboncillo, comer pipas y apoyar la cabeza en alguien.
Y peor… no me gusta la indecisión, el desorden y cagar. 
Me gusta mi perro cuando llego a casa y se muere moviendo el culo para que le acaricie, pero no me gusta cuando está mojado porque ha llovido y se me tira encima.
Cuando era cría me gustaba el olor del pegamento, del pan tostado y comer plastilina. Pero siempre me ha gustado oler las cosas nuevas, sobre todo la ropa.
Me gusta escuchar los Beatles en el coche, que me soplen en la nuca y las personas libres de sí mismos y de los demás, libres de verdad.
Y nunca me ha gustado regalarle a mis padres por navidad.
Me gusta el primer día de vacaciones y la sensación del día antes de vacaciones.
Me gusta mucho los helados, los relojes, escuchar a las personas, que me escuchen y escribir en mi libreta roja. Pero no me gusta cuando no dan nada interesante en la tele y menos cuando me tengo que ir a dormir y no tengo sueño. Sin embargo, cuando salgo por la noche, me gusta mucho pararme y mirar el cielo.
Me encantan los caramelos, menos el de anís, caminar por el parqué, el color azul añil y el blanco. Pero odio la sensación de estrés que producen los exámenes y un viejo de ochenta años casado con una putona de veinte.
Me gusta leer, buscar vídeos en youtube, la colonia de hombre de Pacco Rabane y la sinceridad.
Por el contrario, detesto la monotonía, tener que meter los platos en el lavavajillas o fregar la losa y que las cosas buenas cambien.
Y para terminar, cuando voy al cine a ver una película me gusta mucho cuando llega la palabra: FIN.



domingo, 12 de diciembre de 2010

the holiday

Entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad. Lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni si quiera sabías que tenías... y da igual cuántas veces te cambies de peinado, a cuántos gimnasios te apuntes o cuál colonia te pongas, porque seguirás acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal, qué pudiste mal interpretar y cómo puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso lograrás convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta... pero después de todo eso, y aunque esa situación dure mucho tiempo y te parezca imposible, llegarás a un lugar y conocerás a gente que te hará recuperar tu amor propio e irás recomponiendo tu alma, pedazo a pedazo, logrando que toda esa época difusa, ese tiempo de tu vida, empiece, por fin, a desvanecerse.


wish you were here..

keep you much longer

Frases que guardar

sábado, 11 de diciembre de 2010

amor verdadero y esas fantasías

- ¿Tienes algo que aportar?
- No, la verdad es que no. De echo verás, ¿mucho ánimo? ¿tú puedes?, eso no anima; incita al suicidio. Son trolas, mentimos. ¿Sabéis por qué compra la gente esas cosas? No es para abrirse, las compran porque no saben expresarse o les da miedo, y potenciamos que sigan en ese limbo si seguimos haciendo esto. Pues verás, a la mierda todo. No les engañemos, o dejémosles hablar por ellos mismos. Porque qué es esto, qúe dice… ''Felicidades por tu bebé'' ¿Por qué no: ''felicidades por tu bebé, se acabó lo de salir, venga, hasta nunca''. Y qué me decís de esta con corazoncitos tan monos: ''¡feliz San Valentín! Te quiero mucho''. Ay qué bonito. ¡El amor mola! Esto es a lo que me refiero. ¿Y qué significa el amor? ¿Lo sabes? Si me regalan una de esas cosas me la comería. Estas cosas solo potencian mentiras y corazones rotos. Y somos los culpables. Yo soy culpable. Creo que es terrible lo que hacemos. Las personas deberían saber decir lo que sienten. Pero de verdad. No con palabras de unos extraños que ponen en sus bocas. Palabras como amor. Que no significan nada.
¿Sabes lo que jode? Darse cuenta de que todo en lo que crees es una mentira. Ya sabes, el destino, las almas gemelas, el amor verdadero y esas fantasías.

Hasta que alguien nos haga creer lo contrario.

viernes, 10 de diciembre de 2010

dejar de tenerle miedo al miedo

A veces lo que esperas es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas es que lo que esperamos es lo que, sin darnos cuenta, nos mantiene vivos, en pié. Esperar es solo el comienzo, lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas.



domingo, 5 de diciembre de 2010

y me dejo llevar por la corriente de la inercia


Intenta encontrar algo que amar en cada persona. Aunque sea un detalle; algo en su forma de sonreír, siempre hay algo. Tiene que haberlo. Pero procura ser generosa. Hace cosas que no quiere hacer y piensa en lo que no hay que criticar. Es un imán para que me pasen cosas.


sábado, 4 de diciembre de 2010

lo que soy no es lo que quiero ser

Quería cambiar, y al mismo tiempo aceptarse tal como era. Quería tomarse menos en serio las cosas, y a la vez más a pecho. Quería aprovechar el tiempo, y a la vez divagar, divertirse y leer cuanto se le antojara. Quería pensar en ella misma para poder olvidarse de ella misma. Pero llego un momento en el que ya no sabía ni que quería. Podía perderse o levantarse. Prefirió levantarse y volver a querer.



el banco de los sueños

El tiempo pasa allí rapidísimo. Mucho más que el agua del río. En aquel banco está oculto el secreto del tiempo y todos los sueños pueden hacerse realidad. Si tuviéramos tiempo y el banco adecuado, la felicidad estaría garantizada. Lamentablemente, alguien ha inventado esas cosas para hacernos perder el tiempo.