Nadie presta atención al cielo, hasta que se enamora

viernes, 10 de diciembre de 2010

dejar de tenerle miedo al miedo

A veces lo que esperas es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas es que lo que esperamos es lo que, sin darnos cuenta, nos mantiene vivos, en pié. Esperar es solo el comienzo, lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas.



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