Nadie presta atención al cielo, hasta que se enamora

domingo, 24 de abril de 2011

las cosas más bonitas justifican cualquier locura

En caso de no encontrarse entre los ejemplos mencionados, inserte aquí su propio miedo. Hay sitio para todos. 
envejecer, a enfermar, a morir, al sufrimiento propio, al sufrimiento ajeno. Miedo a los demás y a uno mismo; al pensamiento, al infierno, al vacío, a las mentiras, a las verdades, a las verdades de mentira. Miedo a la compañía y a la soledad. Miedo a lo desconocido, a tu familia, al que tienes al lado, al pasado, al futuro, al ahora, al recuerdo, a la culpa. Miedo a la especulación, a lo que podría haber hecho, a lo que debería haber hecho, a lo que tendría que estar haciendo, a lo que haré, a lo que no haré, a lo que nadie hará por mí. Miedo a la nostalgia, a la tristeza, a las pesadillas, al insomnio, a los espejos, a las miradas, a las palabras. Miedo a la naturaleza. Miedo a mi voz, a despertar. Miedo a la locura, a la inestabilidad, a lo estático, a las sorpresas y a la rutina. Miedo al fracaso, a la derrota, al juicio. Miedo a los abrazos, a las pieles, a las salivas. Miedo anatómico o místico. Miedo escénico, estético, ético, moral, religioso, ateo, agnóstico, anárquico. Miedo aleatorio. Miedo a sobrevolarte, sobrecogerte, sobreexponerte. Miedo al silencio, al ruido, a la oscuridad, a la ignorancia propia, a la ignorancia ajena. Miedo a morir de miedo, a llorar de miedo. Miedo a ser. Miedo estúpido, épico. Miedo a los traumas, a las depresiones, a nuestras ideas, a las ideas de los otros, al rechazo, al dolor, a perder, a encontrar, a vivir. Miedo a la razón y a lo que la razón no ve; a lo invisible, al infinito, al tiempo, a la eternidad. Miedo a vosotros, miedo a mí. Miedo a retroceder, a avanzar. Miedo a pedir ayuda, a amar, a que nos amen. Miedo a tus diablos y a los míos. Miedo a necesitar, a depender, a que no nos necesiten, a que nada dependa de nosotros. Miedo al destino y al azar. Miedo a la libertad, a las cadenas, a no amar, a que no nos amen. Miedo a preguntar, a no saber, a no entender, a no asumir, a no formar parte. Miedo a la violencia, al individualismo, a la obsesión. Miedo a mirar, a no ver, a no ser vistos, a desaparecer. Miedo a moverse. Miedo tardío. Miedo a lo inevitable, a lo lógico, al caos, al desnudo, al cuerpo; al tuyo y al mío. Miedo al desamparo, al desaliento, al descuido. Miedo lastre, amnésico, clásico, recurrente, inseparable. Miedo a la risa, a la carcajada, a la liberación, al hundimiento y a la superficie. Miedos sin nombre y sin cara, miedos anónimos. Miedo al latido, al susurro, al temblor y a las evidencias. Miedo a la indiferencia. Miedo único, miedo catastrófico. Miedo afirmativo, dubitativo, ingenuo, encubierto, disfrazado. Miedo en carne viva. Miedo inimaginable, concentrado. Miedo común, suicida. Miedo animal, humano, existencial. Miedo a las decisiones tomadas, a las que no hemos tomado y deberíamos haber tomado, a las olvidadas, a las futuras, a las pasadas.



2 comentarios:

  1. Dicen que el miedo mueve el mundo, que crea impulsos injustificables, cosas que solo somos capaces de hacer si lo sentimos.

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