Nadie presta atención al cielo, hasta que se enamora

viernes, 6 de mayo de 2011

vuela libre y llegarás lejos

Nunca le hice caso al agua, que va después de la lluvia, cuando vuelve el sol. Poco importa si sobre ese agua hay lágrimas de después de haber llorado; por amor, por dolor. El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido... pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hacen más que decirnos: ¡vive! Vive y ama lo que tú eres, lo que tú quieres ser, por lo que eres. Mira el cielo, cierra los ojos y no te canses nunca de soñar. La vida es muy corta para no ser felices... juntos.

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